domingo, 19 de febrero de 2012

3. Viernes


Salgo del tren, llevo la bufanda en el cuello y el periódico en la mano. Empiezo a oír el ruido de los coches y huelo a humedad. Una vez en la superficie, noto como las gotas de lluvia golpean mi cabeza en lo que tardo en abrir el paraguas. Disfruto del sonido que generan al arremeter contra él haciendo que no piense en nada más. Tras un breve paseo llego al estudio.

-Buenos días Julia. -saludo a la secretaria.
-Buenos días Leo. -responde ella sin levantar la vista del ordenador.

Me dirijo hacia mi despacho y por el pasillo me encuentro con Juan.

-¡Leo! Te estaba esperando, ¿tienes algo que hacer esta noche o piensas pasar la noche en casa? -pregunta con aire misterioso.

domingo, 12 de febrero de 2012

2. Una llamada inesperada


Por fin en casa tras otro día de trabajo agotador. Un jueves normal, como otro cualquiera. Eso sí, hoy he vuelto andando. No vivo muy lejos, cerca de la parada del metro de Facultats.

Cuelgo el abrigo en el perchero y me tumbo en el sofá para ver la tele un rato, cuando de repente, suena el teléfono.

-¿Sí? -pregunto aburrido.
-¿Laura? -se escucha una voz femenina.
-Mm…creo que se ha equivocado, aquí sólo vivo yo y…no me llamo Laura. -oigo unas risas al otro lado del teléfono.
-¿Seguro? Juraría haber marcado bien el número, ¿no serás algún ligue suyo y no quiere que me entere verdad? -pregunta convencida de sí misma.
-No, no, de verdad. No sé de qué Laura me hablas pero te puedo asegurar que no está por aquí. Tú tranquila que si me la encuentro, no dudaré en llamarte.
-Está bien, -dice entre risas.- me habré equivocado. Un placer, gracias.
-De nada… Por cierto…
-Pip, pip, pip...

sábado, 4 de febrero de 2012

1. Una breve presentación

Otra vez me he olvidado la bufanda, poco a poco mi memoria va a peor, ¿estaré haciéndome mayor? No puede ser, ¡sólo tengo 25 años! Vaya, había olvidado que tengo que preparar la presentación del lunes, me espera un fin de semana aburrido en casa.

-(Ding, dong, ding) Próxima parada, Colón.


Esa es mi parada. Siempre me distraigo pensando en mis cosas y se me pasa el tiempo volando. Necesito un café. Fuera del vagón del metro la gente lucha por llegar cuanto antes a la cima de las escaleras mecánicas. Todo este gentío me hace pensar en las calles abarrotadas del centro de Manhattan. ¡Mira qué hora es! Llego tarde al estudio. Trabajo como arquitecto y si quiero seguir haciéndolo, debería darme prisa.