sábado, 10 de marzo de 2012

5. No todo está perdido


Sábado por la mañana. Abro la ventana con tranquilidad, mientras dejo que la brisa fría recorra mi rostro. Son las 11:00. El día ha salido nublado, después de la tormenta de anoche no me extraña. Dicen que tras la tempestad, llega la calma.

*    *    *

"Spaguetti", Félix García


Hora de comer. Estoy haciendo pasta, una receta que me enseñó un compañero de la universidad cuando fui a Italia con la beca Erasmus. “La bella Italia”, qué recuerdos. Falta un poco de orégano y cinco minutos más. Alguien me está llamando al móvil. La gente siempre elige el momento más inoportuno. A ver de quién se trata. “Iris, llamando”.


-¿Hola?
-¡Leo! ¡Soy Iris! ¿Qué tal? -pregunta ella muy enérgicamente.
-Bien, justo me pillas haciendo la comida.
-¿Cocinando? ¡Es verdad, son casi las 2! ¿Quieres que te llame más tarde?
-No tranquila, todavía le quedan unos minutos a la pasta.
-Perfecto entonces. Quería decirte que anoche me dejé el teléfono en casa y no pude contestar.
-¿En casa? Pero si oí a alguien.
-Sí, fue Laura. Esta mañana me lo ha contado pero me dijo que le colgaste.
-Cierto, colgué. Sólo quería comprobar una cosa.
-¿Llamándome por la noche para después colgarme? -dice entre risas.- Dime, ¿qué intentabas comprobar?
-Verás, salí con unos amigos y conocí a una chica que se llamaba Iris. Pensé que sería mucha casualidad que fueras tú y decidí llamarte para ver si lo eras o no.
-¡Vaya! Ahora que lo pienso, también conocí a alguien que se llama como tú. Un amigo de Juan y Raquel. ¿Eras tú? -pregunta sorprendida.
-Resulta un tanto extraño pero sí, era yo.
-Y que lo digas. Es una lástima que no hablásemos mucho. Por cierto, ¿te gustó la actuación?
-Me encantó.

*    *    *

La conversación duró un poco más, y fui a comer. Hemos quedado el viernes que viene para volver a vernos en el local. Más tarde llamaré a Juan y le contaré toda la historia.

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